miércoles, 19 de diciembre de 2007

Con sabor a norte

Siete días de un viaje gastronómico por exóticas playas y ciudades, en búsqueda de los mejores sabores de la costa norte del Perú.



Solo teníamos siete días, pero no seis de trabajo y uno de descanso, como hizo el creador... sino solo siete días en los departamentos de Tumbes y Piura para conocer sus paradisíacas playas, sus pueblos tradicionales y sobre todo su famosa comida típica.

Salimos de Lima el uno de enero y no el 31 de diciembre como la mayoría habría hecho por las celebraciones de año nuevo. Los pasajes en esta fecha costaban casi el doble de lo normal, pero los hoteles y hospedajes empezaban a desocuparse después de las fiestas y las tarifas, por ende, se normalizaban.

Luego de un viaje cómodo de más de 18 horas en bus, llegamos al distrito de Máncora, un destino muy famoso por sus playas y “juergas” que atraen a miles de turistas cada año. Como no nos gusta la bulla, desde aquí tomamos un tradicional colectivo, de esos que tienen que dar mil vueltas por el pueblo antes de partir: “hay que llenarlo joven, comprenda pe”, dice el simpático cobrador de acento norteño que nos hace sonreír.

Después de una hora ya estamos en Tumbes y llegamos exactamente al Km. 1222, a Playa Florida, un hospedaje y restaurante sencillo pero placentero, ubicado en una ensenada de arena blanca, pequeñas palmeras y el mar... ¡ni hablar!

Y es que por la cercanía con la línea ecuatorial nos encontramos en un escenario natural subtropical lleno de vegetación, calor y un mar de agua tibia.

A pesar de que ya nos habían dicho que estábamos en el paraíso de las comidas hechas a base de conchas negras, Pitu, mi compañera de viaje, va a lo seguro y no se arriesga al pedir a la carta: “arroz con mariscos!” dice. ¿Con sabor a Lima? me pregunto. No. Se trata de un arroz distinto, bien tumbesino: variedad de mariscos con un aderezo fresco de ajos, ají amarillo, cebollita china, pimiento culantro y tomates... primer encuentro con el sabor del norte que nos dio la bienvenida...

Ansiosos por seguir probando la sazón norteña, nos vamos con Julia y Alan, nuestros nuevos amigos ingleses, en un taxi que por 10 soles nos deja en el restaurante “El brujo”, en el distrito de zorritos, a pocos minutos del hospedaje. Aquí, la preciosa vista del mar no se ve opacada por el sabor. A nosotros nos convence la calidad y no la cantidad, pero tanto para nuestros acompañantes anglosajones como para nosotros, vale la pena seguir descubriendo sabores.

El paisaje paradisíaco que nos tuvo embobados por cuatro días, nos ve partir en busca de más sensaciones. Llegamos a la ciudad de Tumbes, ubicada a una hora de Playa Florida, qué sentimiento tan placentero. Después del aislamiento perfecto, vemos bancos, cabinas de internet, tiendas, motos, carros y mucha gente. Pero como ya es la hora de comer, no lo pensamos dos veces y ya estamos en un mototaxi rumbo al restaurante “El Estadio”, famosa “cancha” donde van quienes conocen las bondades de las conchas negras, los langostinos y pescados típicos del norte como el mero.

Por eso pedimos: chicharrón mixto, una mixtura de frescos mariscos del mar fritos con yucas; ceviche de conchas negras, molusco negro y jugoso que caracteriza a Tumbes y a sus exóticos manglares; y el arroz con mariscos de la casa, una vez más. Estas delicias son la despedida perfecta del departamento de Tumbes.

Tres horas y media en colectivo, hacen el camino a Sullana en el departamento de Piura. La primera vez que vinimos nos hizo soñar con la segunda. No por su intenso comercio, ni por el ajetreo y el tráfico de autos y motos, sino por los tamalitos verdes y el cabrito con frijoles de “La Cocina de Don Carlos”... tamalitos verdes mojados con el guiso del cabrito, de tierna carne que nos hacen hasta suspirar…no importa en que orden… como lo resumimos: delicioso y barato.

Con pena de no poder quedarnos, aunque contentos de continuar con la aventura, seguimos camino al sur. A una hora de Sullana, el sol de Colán y la Luna de Paita quedan registrados entre los mejores recuerdos de este viaje.

Colán, con sus casonas republicanas erguidas al lado del mar y su ambiente antiguo, de ensueño, se ve contrastada con las juergas que se desatan por las noches al ritmo del perreo y la salsa cubana, el comercio desordenado y la falta de seguridad nos pone en alerta. Por supuesto, que esto no nos desanima. Distinto es Paita, importante puerto del Perú que huele a nostalgia. Es placentero darse un paseo por el muelle artesanal a eso de las 5 de la tarde, una grata experiencia que relaja al más duro viajero.

En la cálida ciudad de Piura, la plaza y sus simpáticos pobladores nos invitan a más. A solo 20 minutos en “combi” se encuentra el distrito de Catacaos. Para nosotros, el punto gastronómico más interesante de este viaje.

Catacaos también es un famoso pueblo de artesanos. Basta darse una vueltita por el centro de este lugar para ver hermosos cuadros costumbristas, ceramios, tallados, tejidos, arte utilitario y joyas de oro y plata…

Pero sin duda, es la calidad de la chicha de jora, bebida sagrada en el mundo andino, la que caracteriza a Catacaos, heredera de la cultura pre-inca Tallán. Esta bebida que sirve para refrescarse y embriagarse, también es uno de los ingredientes principales de la cocina norteña. El tema nos inquieta, por eso nos vamos a conocer una de sus más conocidas picanterías…

“La Chayo”, es de esas casas tradicionales donde no hacen falta manteles ni mozos uniformados y donde puedes entrar a la cocina (claro, pidiendo permiso) a conocer los secretos de su exquisita sazón: Tamalitos verdes con zarza de cebolla y aderezo de cabrito, Majado o “majao” de Yuca con Cecina, Seco de Chavelo y Sudado de Mero... y que “sudado”, Dios mío!.

Y así terminó esta ruta de siete días, que más de una satisfacción nos dejó en la mente, en el corazón y sobre todo en el paladar. Un buen viaje, barato y cómodo que se puede hacer en vacaciones o ajustando el programa, en un fin de semana largo...

Algunos datos del viaje:

Pasajes bus cama (para una persona) de Lima a Tumbes 200 nuevos soles (ida y vuelta)Pasajes colectivo (para una persona) de Tumbes a Piura 20 nuevos soles
Almuerzo para dos. Hospedaje Playa Florida, 40 soles aprox.
Almuerzo para dos. Restaurante “El Estadio”, 60 soles aprox.
Almuerzo para dos. Restaurante “La Cocina de Don Carlos”, 40 soles aprox.
Almuerzo para dos. Picantería “La Chayo”, 30 soles aprox.





Crónica de viaje de...


Roberto Wong

1 comentario:

Jorge Alvarado dijo...

Excelente que hayan puesto el blog...ya era hora. Espero que sean los originales de la TV.

Su amigo

Jorge Alvarado
http://http://www.peruinside.com
http://http://jorgeenperu.blogspot.com/

FOTOS RETO EN LOS ANDES